Las plataformas open source y su determinante papel en la transformación digital
“Ninguno de nosotros es tan fuerte como todos nosotros”. Esta frase bien podría definir el corazón de las plataformas open source. Su misma concepción se basa en la idea de actuar sobre sistemas tecnológicos cuyas mejoras se producen a través de la colaboración de una comunidad de especialistas que, además, es capaz de identificar errores, solventarlos y resolver posibles brechas de seguridad.
¿Qué son las plataformas open source?
Un software open source o de código abierto se refiere a un tipo de código que está diseñado de forma que cualquier usuario tiene la capacidad de verlo, modificarlo y distribuirlo en función de sus intereses. La diferencia principal respecto a los softwares privativos se centra, pues, en que estos últimos se comercializan bajo licencia y en ellos el propietario tiene control absoluto sobre el código, que no puede ser modificado por usuarios o desarrolladores externos.
La propia filosofía del open source tiene en la colaboración entre desarrolladores el concepto clave. La forma del trabajo entiende que es la cooperación entre los miembros de la comunidad la que facilita la mejora constante y el crecimiento del producto, poniéndose en marcha procesos de revisión que aportan una mayor seguridad y fiabilidad al sistema.
Con objeto de definir y estructurar los requisitos que debe tener el código abierto, la organización Open Source Initative, apunta los criterios que debe cumplir la distribución del código abierto:
- Redistribución libre. El software puede ser vendido o regalado de manera libre.
- El código fuente ha de obtenerse o estar incluido libremente.
- Ha de permitirse la redistribución de las modificaciones que se realicen y de los programas derivados.
- Integridad del código fuente del autor. Las modificaciones pueden ser redistribuidas como parches cuando así lo requieran las licencias.
- No existirá discriminación contra ninguna persona o grupo. Entre otros, tampoco pueden ser excluidos los usuarios comerciales.
- Cualquier persona que reciba el programa debe tener los mismos derechos de distribución de la licencia.
- La licencia no puede ser específica de un producto. Cuando el programa se extrae de una distribución y se distribuye en otra, esta última cuenta con los derechos de distribución del software original.
- La licencia ha de ser neutra. No será necesario aceptar la licencia por la tecnología como acciones como hacer clic con el ratón en una interfaz informática.
- Ausencia de restricciones. El código abierto nunca debe exigir que aquellos softwares que se distribuyan con él sean open source o tengan algún tipo concreto de licencia.
¿Qué beneficios ofrecen a las empresas que trabajan con ellas?
Ya hemos apuntado en párrafos anteriores las oportunidades que se generan para usuarios de las plataformas open source. Pero sus beneficios van más allá. Veámoslos con un poco más en detalle:
- Menor inversión económica. Está en los principios del open source: el código es libre por lo que su acceso resulta completamente gratuito para cualquier tipo de usuario. Por parte de las empresas, los pagos a los especialistas se realizarán por el soporte que ofrezcan o las acciones de ciberseguridad.
- Apoyo de la comunidad y solución ágil de errores. La revisión colectiva y constante por parte de toda la comunidad de desarrolladores facilita que se produzca una identificación rápida de posibles errores y que estos se puedan solventar por el equipo de colaboradores de forma temprana.
- Mayor seguridad. El trabajo conjunto facilita también que sean más los ojos capaces de detectar posibles brechas de seguridad y poner coto a las mismas. La comunicación entre la comunidad es básica en este aspecto, entendiendo que los conocimientos individuales se ponen al servicio del bien común.
- Flexibilidad. Cada empresa o usuario tiene una necesidad específica y el open source permite abordar las demandas o problemas particulares, adoptando en el código las soluciones que lo resuelven.
- Mejora continua. La actualización constante del código facilita optimizar los programas en función de los avances tecnológicos que se suceden.
- Transparencia. El trabajo de cada miembro de la comunidad es visible para los demás. Es posible hacer un seguimiento minucioso de cualquier cambio que se realice en el código valorando si responde a los intereses propios y generales.
El código abierto resulta determinante en la transformación digital que estamos viviendo desde hace años. Por un lado, por las garantías de fiabilidad y seguridad; por otro, por las enormes oportunidades que ofrece el hecho de estar desarrollado por comunidades de desarrolladores con un objetivo común: mejorar. En Arsys sabemos, asimismo, que la unión de Open Source y cloud computing resulta una fórmula ganadora en la que nuestros clientes resultan los principales beneficiados.