Tendencias en el sector asegurador que son posibles gracias a la IA
Convivimos con la Inteligencia Artificial (IA) de muchas maneras. Ya nos encontramos con sistemas de IA en las empresas, en el hogar y en nuestros vehículos. También en nuestros dispositivos personales. La COVID-19 acortó los plazos de adopción de la IA igual que se aceleró la digitalización y la transformación digital.
Es el caso de las compañías aseguradoras. Como sucedió en tantos otros sectores, prácticamente de la noche a la mañana las empresas se tuvieron que adaptar al trabajo remoto y ampliar sus capacidades digitales. No todas las empresas han invertido en IA durante la pandemia, pero la situación vivida seguro que las ha puesto en el camino que lleva a la adopción de estas tecnologías.
Las tendencias más innovadoras en el sector asegurador
Estas son las cuatro tendencias principales que pueden transformar para siempre el sector asegurador.
La explosión de datos procedentes de los dispositivos conectados
En la industria es común encontrar dispositivos conectados a lo largo de toda la cadena de producción. Es algo que lleva entre nosotros muchos años, si bien ahora se nota una expansión en cuanto a las tecnologías y capacidades disponibles. En otros entornos, como el doméstico o, más en general, el de los dispositivos de consumo, aún estamos inmersos en la enorme expansión que se predice para ellos. Tenemos decenas o cientos de dispositivos susceptibles de ser conectados y, por tanto, de generar cada vez más datos. Hablamos de coches, dispositivos wearables para fitness, asistentes domésticos por voz, smartphones y relojes inteligentes.
Cada vez tendremos más y más, y nuevas categorías de productos como ropa, gafas, electrodomésticos, dispositivos médicos y un larguísimo etcétera. IoT es una de las tecnologías que más puede crecer, casi sin límite diríamos. Todos esos nuevos datos generados servirán a las compañías de seguros para conocer en profundidad a sus clientes. Eso impulsará nuevas categorías de productos y servicios que, aparte de ser mucho más personalizables, serán en tiempo real.
La robótica y su prevalencia
A primera vista parece que la relación de la robótica con el sector asegurador es, como poco, tangencial. Cuando se habla de la robótica y cómo su prevalencia va a modificar ciertos aspectos de las aseguradoras, no tiene nada que ver con que las máquinas se levanten y nos conquisten, sino de ver las implicaciones que tiene una progresiva automatización de los procesos industriales y de cómo esta innovación seguirá cambiando la forma en que los seres humanos interactúan con el mundo.
Se estima que, para 2025, los edificios impresos con impresoras 3D (determinados componentes, se entiende) serán en cierto modo comunes. Las aseguradoras tendrán que determinar cómo esto cambia las evaluaciones de riesgo.
Otros robots que modificarán las evaluaciones de riesgo estándar son los drones programables y autónomos, los equipos agrícolas autónomos y los robots quirúrgicos mejorados. Además, para la próxima década asistiremos a la «invasión» de los vehículos automatizados, lo que puede impactar en sectores como el de los transportistas. También tendrán impacto en los grupos de riesgo, modificará las expectativas de los clientes y permitirá nuevos productos y canales.
Ecosistemas de datos y de código abierto
Con tantos datos potenciales a generar en el futuro cercano, serán cada vez más necesarios protocolos de código abierto para garantizar su compartición y que puedan ser utilizados en todos los sectores. Por ese motivo se crearán ecosistemas de datos que servirán para compartirlos para múltiples casos de uso bajo el mismo marco normativo y de ciberseguridad. Así, todo será más controlable desde el punto de vista del gobierno de datos y las empresas, por ejemplo, las aseguradoras, podrán obtener datos de los dispositivos portátiles de sus clientes, datos de las casas conectadas y de los automóviles, etcétera. Con esto se agilizarían muchos trámites, siempre bajo el principio de la privacidad de los datos.
Avances en las tecnologías cognitivas
Queda mucho por mejorar en relación con las tecnologías cognitivas, pero están mucho más cerca que nunca. Las tecnologías de procesamiento de imágenes, voz y texto no estructurado se aplicarán cada vez a más casos de uso. Mediante estas tecnologías cognitivas se podrán procesar flujos de datos grandes y enormemente complejos que generarán los productos de seguros «activos» vinculados al comportamiento y las actividades de un individuo. Esto permitirá nuevas categorías de productos y técnicas de compromiso y responder rápidamente a los cambios en los riesgos.
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