La relación entre DevOps, Agile y Cloud
DevOps, Agile y Cloud son tres conceptos que están en primera línea en la actualidad entre los equipos técnicos… Y no es para menos: juntos permiten acelerar la innovación y mejorar la satisfacción del cliente final. En este artículo, veremos cómo se pueden combinar y cómo se relacionan los tres conceptos para conseguir dichos objetivos. Comenzaremos por las definiciones, para seguir con las relaciones entre ellos y cómo consiguen mejorar el desarrollo de soluciones software colaborando entre sí.
Agile
En la década de 1990, un grupo de profesionales declara su independencia de las soluciones de los modelos tradicionales de gestión por ser ineficientes, y plantea la aplicación de otros modelos que, en teoría, son más eficaces. Se elabora el Manifiesto Agile, en el que se recogen los principios y valores de las herramientas utilizadas para mejorar la gestión de proyectos. Ese es el objetivo principal de Agile, y a partir de aquí surgieron conceptos como Agile Modeling, Agile Unified Process, Crystal Clear, Extreme Programming o Scrum.
Se puede decir que Agile es una filosofía enfocada en desarrollar productos y servicios de calidad que respondan a las cambiantes necesidades de los clientes, proponiendo una manera diferente de trabajar y organizarse.
DevOps
Se puede considerar la aparición de DevOps como una consecuencia de Agile, al menos, en cierta medida. Cuando las metodologías ágiles ganaron terreno entre la mayoría de los desarrolladores de software, la gestión del tiempo entre desarrollo y otros equipos empezó a convertirse en un problema de dificultad creciente. Por un lado, los desarrolladores trabajaban cada vez más rápido y de una manera más eficiente; por otro, los procedimientos comerciales no podían mantener el ritmo.
DevOps es un término que hace referencia a la unión entre el desarrollo (Dev) y las operaciones (Ops). Es decir, cómo los equipos de desarrollo y los encargados de la gestión de las operaciones se comunican más eficientemente para desplegar aplicaciones en producción.
Cuando este enfoque empezó a despegar, se observó una transformación importante en la administración del ciclo de vida de las aplicaciones. Con las herramientas imprescindibles para DevOps, todo ha cambiado, y lo ha hecho a mejor.
DevOps y Agile, mejor juntos que separados
Las prácticas de DevOps y Agile funcionan mejor juntas que separadas. Por separado benefician, sin duda, aportando valor al software y a los equipos de desarrollo, pero si se aplican conjuntamente ofrecen más beneficios, todavía, tanto del lado del empleado como del cliente:
- Por la parte del empleado, aplicar estas estrategias pueden satisfacer a los miembros del equipo que, al estar objetivamente más contentos y cómodos con las tareas y plazos, crearán un entorno más productivo.
- En cuanto al cliente, la mencionada productividad acabará por beneficiarle. Así, las empresas que mejor aplican estas estrategias cuentan con una ventaja competitiva con respecto a las demás. Esto implica una producción de mayor calidad que, lógicamente, puede aumentar la lealtad de los clientes hacia la marca.
¿Y cómo se complementan con el Cloud?
Las soluciones Cloud Computing son una manera óptima de ajustar los presupuestos en las empresas y organizaciones. No es necesaria la inversión en infraestructura, ya que ahora es posible invertir una cantidad más pequeña en contratar los servicios que permiten llevar a cabo todas las operaciones, por ejemplo, IaaS. Al eliminar de la ecuación la inversión inicial y los contratos a largo plazo, pasando a un esquema de pago por uso, los costes operativos se reducen. Pero, además, el ahorro se debe también a la rapidez y facilidad de la Nube a la hora de aprovisionar de recursos a demanda del cliente y para mantener la infraestructura. Hablamos de un aumento de la competitividad y de la productividad que inclina la balanza hacia el lado del Cloud.
La relación del Cloud con DevOps es clara: la Nube nos otorga agilidad y comodidad de gestión, pero a la vez aporta la flexibilidad necesaria para que cualquier organización se adapte rápidamente a los cambios.
En resumidas cuentas, tanto los gestores de operaciones como los desarrolladores pueden encontrar el equilibrio deseado entre rendimiento, adaptabilidad y eficiencia, además de obtener mejores resultados con una menor inversión de tiempo, y dinero.