La importancia de la ubicación física de los servidores de nuestra nube
En un mundo cada vez más digital, el trabajo en la nube es esencial y comprender algunos de sus aspectos puede marcar la diferencia, especialmente cuando hablamos de un entorno empresarial. A la hora de contratar cualquier servicio en la nube, no debemos tener en cuenta solo el espacio de almacenamiento, el hardware de las máquinas o la ciberseguridad de los servidores cloud: su ubicación física es determinante.
Ubicación física de los servidores: lo que pocos saben
Salvo que te rodees de los profesionales adecuados, la mayoría de las personas te dirán que lo importante es la cuota a pagar, el hardware que ofrece el proveedor y el almacenamiento que tengas disponible. Otros apuntarán hacia la ciberseguridad, pero muy pocos te dirán que la ubicación física marca la diferencia.
La nube no deja de ser un servicio que nos permite acceder a una serie de contenido de forma remota, y es que la lejanía penaliza mucho en las conexiones. La ubicación física de los servidores tiene una importancia vital cuando hablamos de conexión de alta velocidad.
Un error común es contratar con un proveedor de un país lejano que nos ofrece un precio irresistible, pero pronto aparece el enemigo de la nube: la latencia. Ahora os preguntaréis, ¿qué es la latencia? Es el tiempo que tarda en responder el servicio a una solicitud del cliente.
Los datos tardan en viajar, las distancias de ida y vuelta pueden ser el doble de la distancia geográfica: tanto nuestra solicitud, como la respuesta del datacenter están supeditadas a la distancia. Esto afecta negativamente a los tiempos de carga de las páginas web, y en esta década nadie está dispuesto a navegar por una web lenta.
Esto se rige en todo tipo de operaciones: descargas, subidas, acceso a determinada información, funcionamiento, etc. Intervienen una serie de factores:
- Desde dónde nos conectamos nosotros.
- La ubicación del centro de datos.
- Qué proveedor de red se usa.
- La ruta del tráfico de red.
Así que, conforme estemos más cerca de las instalaciones de los datacenters, las empresas se beneficiarán de un ancho de banda de redundancia múltiple y de una latencia más baja.
La protección de tus datos está en juego
Pueden surgir conflictos jurídicos con los datos, y aquí es importante la ubicación del servidor porque es el factor clave para determinar la jurisdicción. No es aconsejable contratar servicios de Cloud Computing con proveedores en datacenters ubicados en países con legislaciones que puede resultar conflictivas con las nuestras propias.
Lógicamente, esto va a requerir de un estudio jurídico por parte de quienes vayan a hacer un tratamiento de datos enorme por cuestiones empresariales. En Europa, rige el Reglamento General de Protección de Datos, armonizado en España a través de la Ley Orgánica 3/2018 de 5 de diciembre.
Por este motivo, es mucho más interesante que la empresa interesada en un servicio de cloud opte por un datacenter cuya ubicación esté en el mismo país que nuestra empresa y que comparta la misma legislación. Es lo mejor para el cumplimiento normativo.
Falta de espacio
Podemos concluir con que es muy positivo estar cerca del datacenter cuyos servidores atienden al servicio de nube que hemos contratado. Sin embargo, el espacio que ocupan los centro de datos no es reducido y son instalaciones que no pueden ubicarse en cualquier lugar para cumplir todos sus requisitos técnicos. Así que no es fácil elegir para los proveedores elegir un lugar donde establecerse. A modo anecdótico, se calcula que los centros de datos de todo el mundo ocupaban 1,94 mil millones de pies cuadrados en 2018.
Arsys tiene centros de datos por toda Europa (Alemania, Polonia, Francia, España y Austria), en Reino Unido y en la costa Oeste (Las Vegas), el Midwest (Kansas City) y en la costa Este (Miami) de Estados Unidos. Así puedes elegir siempre la mejor ubicación para los servidores de tu empresa y para tus proyectos de transformación digital.