Mejoras que incorpora el protocolo HTTP3

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Hoy vamos a hablaros del protocolo HTTP3, que ha sido lanzado recientemente y que de momento solo usan algunos sitios web cuando se llega a ellos a través de navegadores como Chrome. Explicaremos de paso qué es HTTP, cuáles han sido sus distintas versiones y qué mejoras aportan.

Índice

¿Qué es el protocolo HTTP?

Comenzaremos explicando qué es HTTP, por si hay lectores que aún no lo tienen claro. HTTP son las siglas de Hypertext Transfer Protocol o Protocolo de Transferencia de Hipertexto. Por tanto es el protocolo mediante el cual se transfieren las páginas web desde el servidor a los usuarios a través de sus navegadores.

Un protocolo de red no es más que una suma de pautas y procedimientos mediante los cuales dos sistemas se comunican. En Internet existen multitud de protocolos para los distintos servicios que ofrece. Uno de ellos es HTTP, pero existen también otros como FTP, SSH, etc. Todos estos servicios y protocolos de Internet usan por debajo otro protocolo de red llamado TCP.

HTTP es el protocolo más popular de Internet. Básicamente está pensado para transferir páginas web, lo que incluye tanto los archivos HTML como las imágenes de las páginas, el CSS para los estilos, el Javascript para la programación de la interacción, etc.

Cuáles son las versiones de HTTP

El protocolo HTTP ha permitido la existencia de la web hasta hoy, sin embargo mucho han cambiado las cosas desde los inicios de Internet, por lo que el propio HTTP también ha ido evolucionando. Con la aparición de Internet en 1991 se lanzó HTTP, en una versión preliminar que se llamó HTTP 0.9. Es la única que hoy se encuentra obsoleta. A partir de ahí tenemos:

HTTP/1

La versión de HTTP/1 apareció en 1996 y fue revisada con la versión HTTP 1.1 que se lanzó en 1999. HTTP/1 es la base del protocolo de la web que tenemos hasta hoy. De hecho, esta primera versión sigue siendo utilizada en muchos servidores y por supuesto es soportada por todos los navegadores. A pesar de la rápida evolución de Internet, las redes y los ordenadores, este protocolo permaneció estable por más de 15 años.

HTTP/2

La siguiente versión del protocolo comenzó a estar disponible en los servidores, así como en los clientes web, a partir de 2015. Su penetración ha tenido un lento progreso, aunque a día de hoy se puede decir que la mayoría de los servidores ya se han actualizado.

Su mayor novedad 2 es la posibilidad de transferir varios recursos en una misma conexión con el servidor. Anteriormente, cada uno de los archivos que componen una web (pueden ser decenas o cientos dependiendo de su complejidad, entre imágenes, vídeos, código…) tenían que realizarse en una solicitud independiente. Ahora, en una misma solicitud HTTP/2 el servidor es capaz de entregar múltiples archivos, lo que optimiza el funcionamiento de las páginas web. Es el protocolo que usamos en nuestros servidores en el momento de escribir este post, permitiendo que nuestros clientes puedan disfrutar mayor velocidad y optimización en sus sitios web.

HTTP/3

Es una versión más revolucionaria que las anteriores y busca optimizar todavía más el uso de la Red para unas transferencias más rápidas. HTTP3 tiene algunas diferencias críticas con respecto a sus sucesores. De hecho es un protocolo muy diferente que fue desarrollado inicialmente por Google bajo el nombre de QUIC (Quick UDP Internet Connections o Conexiones UDP rápidas de Internet). La mayor novedad de QUIC con respecto a HTTP es que no usa por debajo TCP para las comunicaciones sino que está basado en UDP. QUIC, que fue renombrado a HTTP3, está pensado para mejorar algunos tipos de comunicaciones habituales en la web de hoy en día. Además incorpora de base algunas mejoras como las conexiones seguras con SSL.

Qué mejoras aporta HTTP/3

Las mejoras entre HTTP3 y sus anteriores versiones se basan justamente en el uso de UDP (User Datagram Protocol). Mediante este protocolo se ahorra en el tránsito de datos y comunicaciones entre los clientes y los servidores.

TPC mantiene un trasiego de la información más rígido y detallado, realizando diversas comunicaciones no solo para transferir los datos sino también para verificar que la información que se ha enviado ha llegado en perfecto estado. Sin embargo UDP se salta toda esa burocracia, haciendo conexiones más ligeras y rápidas.

La contrapartida es que UDP no se encarga de comprobar si los datos se han transferido correctamente, sino que delega en las propias aplicaciones la verificación de este aspecto. UDP se usa en la actualidad para servicios como el streaming, un servicio donde se puede sacar mucho partido a las ventajas de este protocolo, donde resulta más importante una rápida transferencia de información, antes que la seguridad de que cada byte ha sido entregado correctamente.

Algunos sitios web importantes ya usan HTTP/3 en navegadores que lo soporten como Google Chrome. Algunos ejemplos son YouTube o GMail.

Fernán García de Zúñiga

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