Cómo comprobar si una IP está en una blacklist y cómo salir de la lista negra
Una de las cosas más negativas que puede ocurrir con la dirección IP de nuestro servidor es entrar en una lista negra o blacklist. En este post queremos explicarte por qué puede llegar a ocurrir este problema y qué puedes hacer si detectas que tu IP está en una lista negra.
¿Qué es una lista negra o blacklist?
Comencemos explicando que es una lista negra. Básicamente consiste en una base de datos que contiene direcciones IP, o en ocasiones nombres de dominio, en los que se ha detectado que se realiza un uso fraudulento de los servicios de Internet.
Entre las actividades maliciosas que podemos haber incurrido para entrar en una lista negra están el envío de spam, ataques de phishing, distribución de malware, etc. No siempre quiere decir que nosotros mismos estemos realizando este tipo de actividad; a veces simplemente puede ser que nuestro servidor se haya visto comprometido en la seguridad y algún atacante está haciendo uso de él para realizar actividades dañinas o no deseadas.
En todo caso, las listas negras sirven para advertir a proveedores de servicios de Internet y agentes dedicados a la seguridad sobre servidores que están realizando actividades ilícitas, de modo que se pueda filtrar el tráfico originario en ellos o bloquear algunos servicios como por ejemplo, la recepción de email.
¿Cómo puedo saber si estoy en una lista negra?
Existen servicios en Internet que nos permiten verificar si una dirección IP o un dominio ha entrado en una lista negra o blacklist. Mediante estas herramientas podemos introducir nuestra dirección IP o el dominio de nuestro sitio web y comprobar si estamos en listados en alguna de las listas negras de Internet.
Estas herramientas pueden ser gratuitas o en ocasiones también de pago. Si hacemos una búsqueda por «blacklist ip check» en Google, nos aparecerán varias alternativas.
¿Por qué está mi dirección IP o mi nombre de dominio en una blacklist?
Como hemos dicho antes, puede haber diversas razones por las cuales nuestro servidor, la IP o bien alguno de los dominios alojados en él, haya caído en una lista negra. En la mayor parte de los casos no indica que nosotros estemos haciendo directamente una operación maliciosa, sino que alguien puede haber secuestrado nuestro servidor para realizar actividades ilícitas.
Algunos de los motivos pueden ser:
- Envío de email no deseado (spam)
- Distribución de malware
- Suplantación de la identidad (phising)
- Haber heredado la IP de un servidor que estuvo comprometido anteriormente
Las consecuencias de estar en una lista negra
Por supuesto, nadie desea estar en una lista negra, ya que puede acarrear diversos tipos de consecuencias no deseadas. Algunas de ellas son las siguientes:
Impacto en la capacidad de enviar correos electrónicos
Si enviamos correo electrónico desde nuestro servidor y este se encuentra en una lista negra, es muy probable que los servidores de destino nos baneen los correos e impidan que lleguen a los destinatarios.
Pérdida de reputación online
Si tenemos un servidor que está en una lista negra, esto será negativo para nuestra reputación online, ya que nuestros clientes o usuarios podrán ser alertados al visitarnos. Los navegadores web o los buscadores podrán informar que el acceso a nuestros sitios web es peligroso o potencialmente dañino, lo que seguramente acabará afectando negativamente a nuestra imagen.
Disminución del tráfico y posicionamiento en buscadores
Estar en una lista negra también puede ser un motivo de caída en las posiciones en buscadores, lo que llevará directamente a una disminución de las visitas que se reciban en los dominios alojados en el servidor.
Problemas de acceso a servicios y plataformas
Si utilizamos algún tipo de servicio desde servidores que están en listas negras, puede que nos bloqueen el uso al detectar que nuestros servidores pueden estar potencialmente comprometidos.
Pérdida de confianza de los usuarios y clientes
Directamente relacionado con la pérdida de la reputación se encuentra la pérdida de confianza. Si cualquier sistema indica que nuestros dominios realizan actividades ilícitas, nuestros usuarios podrán perder confianza en nuestras marcas o servicios. Esto puede ser muy negativo, ya que la confianza es fundamental en el mundo digital.
¿Qué hacer si estamos en una blacklist?
Cuando descubrimos que nuestra IP está listada en una blacklist debemos actuar con rapidez, primero identificando los problemas que puedan estar ocurriendo dentro de nuestro servidor y, una vez resuelto el problema, solicitar que nuestra IP se retire de la lista.
Algunas de las herramientas de verificación de IP en blacklists nos podrán informar los motivos por los cuales la IP fue listada. También necesitaremos realizar una auditoría interna de los servidores para verificar hasta qué punto pueden haber sido comprometidos.
Seguidamente tenemos que realizar la limpieza adecuada dentro del servidor para garantizar que todo rastro de actividad ilícita sea eliminado. Quizás debamos limpiar malware, detener el envío de correo con spam y además tomar las debidas medidas para fortalecer la seguridad del servidor o las aplicaciones.
Una vez que hemos conseguido limpiar completamente el problema del servidor, debemos solicitar la eliminación de nuestra IP de la lista. En este caso tendremos que entrar en la página de la lista en la que estamos presentes y realizar los pasos necesarios para que nuestra dirección sea retirada de ella.
Cómo evitar ser incluido en una lista negra
Lo más importante para evitar que incluyan nuestra IP en una lista negra es mantener un nivel de seguridad elevado en el servidor. Esto incluye no solo el propio sistema operativo, sino todo el software que se haya instalado en él. Además, debemos ser muy cuidadosos con las aplicaciones desplegadas en ellos, ya que también pueden introducir vulnerabilidades que los atacantes pueden usar para tomar el control de la máquina.
Además de este cuidado general, queremos dar algunos consejos extra más específicos:
Prácticas de envío de correos electrónicos seguras
Si vamos a utilizar el servidor para envío de correo electrónico, debemos ser muy cuidadosos con los mensajes que salgan de él. Es importante que los mensajes no incluyan spam o puedan ser susceptibles de considerarse como correo basura.
Si trabajamos con listas de correo, también es importante mantenerlas limpias, de modo que se eliminen las direcciones de correo inactivas o aquellas cuyos mensajes rebotan.
Un buen consejo adicional es la personalización de los mensajes, lo que puede evitar que estos caigan en los filtros de spam. También es recomendable que tus registros SPF y DKIM estén correctamente configurados para firmar tus correos electrónicos.
Monitoreo y mantenimiento de la reputación del dominio
Existen herramientas para realizar la monitorización de los dominios, de modo que siempre podamos enterarnos de manera rápida de cualquier situación que pueda ser problemática.
Por ejemplo, un servicio que puede ayudarte es nuestro Backup Web, que tiene integración con Google Safe Browsing.
Actualización y seguridad del sitio web
Algo muy importante es la actualización del software del servidor y asegurarnos de que tanto los programas como los lenguajes estén siempre en las versiones más modernas, o al menos aquellas que todavía se estén parcheando.
También las aplicaciones que se desplieguen en los servidores deben estar bien desarrolladas para que no tengan vulnerabilidades.
Uso responsable de servicios y recursos online
Si usamos algún tipo de servicio web, debemos asegurarnos de no caer en prácticas que puedan considerarse abusivas.
Conformidad con políticas de plataformas y proveedores
Finalmente, es importante realizar uso de las plataformas y los proveedores de servicios de manera responsable, asegurando que se cumplan las políticas actuales. Estudia cuáles son los niveles de uso aceptable de tus proveedores o servicios de correo electrónico y mantén la conformidad con ellos en tus actividades diarias.