Cloud Híbrido: errores y aciertos a la hora de diseñar una estrategia adecuada
Las arquitecturas de TI híbridas introducen una serie de complejidades inherentes a su naturaleza y características. El enfoque híbrido combina la infraestructura local con la nube, incluyendo muchas veces varios proveedores de servicios e, incluso, incorporando infraestructura perimetral.
Esto implica que se diversifica la infraestructura de TI y, a la vez, se obtiene una mayor complejidad de administración. El trabajo en áreas como la seguridad se complica mucho y es difícil crear una política unificada de protección de datos.
En general, el diseño de una estrategia de Cloud Híbrido es más complejo que el caso más «simple» del cloud público o privado, y es frecuente cometer ciertos errores. Veamos los más comunes.
Errores más comunes a la hora de diseñar una estrategia de Cloud Híbrido
Un error muy común es apostarlo todo porque el cloud traiga la economía de escala. Hay que olvidar la economía de escala como justificación imprescindible para pasar al Cloud.
Dependerá de cada proyecto y estrategia. Pensar que la nube es siempre una opción menos costosa, más flexible o más escalable es un error. Lo es en muchas ocasiones, sí, pero nunca hay que olvidarse de hacer todos los números antes de plantearse una estrategia de Cloud Híbrido.
Otro tema que conviene olvidar es que las aplicaciones deban adaptarse a la nube. Que deban hacerlo sí o sí. Adaptar una aplicación nativa del datacenter a la Nube requiere una gran experiencia, y no siempre sale bien. Es necesario un rediseño a fondo para obtener las mayores ventajas de la computación en la nube. Por este motivo no suele ser la mejor de las ideas meterse en un proceso de rediseño si no se tienen las cosas muy claras y la experiencia de nuestro lado. A veces, buscar una aplicación similar en un proveedor nos puede servir mucho mejor que entrar en un proceso de rediseño. También se puede optar por un diseño de apps nativas de la nube, aunque se necesita esa experiencia que comentamos.
Un error común es nos obliguemos a añadir tecnologías porque estén de moda o porque en ciertos contextos hayan probado ser más acertadas. Todo ha de estar debidamente justificado. Hay muchos tipos de servicios en la nube y muchas características opcionales que alivian la carga de los desarrolladores, pero si no está justificado que sean necesarias, supondrán un sobrecoste inaceptable.
Hay que incidir en que estamos poniendo negro sobre blanco la necesidad de que cualquier estrategia que implique un cambio hacia la nube esté debidamente justificada. Es necesario, imprescindible para mantener la rentabilidad de los negocios, que toda decisión de cambio implique beneficios, y que no sólo responda al movimiento de la competencia.
Aspectos que siempre habría que tomar en cuenta
El coste es uno de los retos más importantes en el caso del Cloud Híbrido. Aquí se rompe el modelo tradicional de costes fijos del centro de datos, lo que obliga a hacer una simulación de costes muy cuidadosa para las aplicaciones nativas de la nube, en todos los posibles escenarios de escalado y resiliencia que haya que soportar.
Cuando las aplicaciones escalan bajo carga, este modelo de costes variables se vuelve crítico, ya que la escalabilidad mejora el rendimiento, pero aumenta los costes cloud. Así que es buena idea establecer limitaciones en cuestión de escalabilidad para no encontrarse con una sorpresa.
Además, es vital contar con personal debidamente cualificado en desarrollo y operaciones antes de comenzar a evaluar el uso del cloud. La falta de cualificación contribuye a una mala planificación y eso será desembocará en problemas de seguridad.
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