Qué es el hosting compartido y sus beneficios de cara a otras opciones
Crear una página web no es una cuestión sencilla y resulta vital elegir el hosting idóneo para lo que necesitamos. Hay muchas opciones y no nos tenemos que dejar llevar por los precios, sino por nuestras necesidades: servidores dedicados, VPS o hosting compartido. Nos centraremos en el último a fondo.
Qué es el hosting compartido
Podemos definir hosting compartido como aquel por el que varias páginas web comparten los recursos de un alojamiento. Por ejemplo, si tenemos un servidor con una CPU de 12 núcleos, 32 GB de memoria RAM y una memoria SSD de 2 TB, todo ese hardware se va a dividir entre los que hayan pagado su plan de alojamiento compartido.
Por esta razón es un hosting muy interesante, económico e ideal para quienes no necesiten muchos recursos (una página web nueva, recién estrenada y sin muchas visitas, por ejemplo). Los recursos de los servidores o máquinas se comparten, pero cada web es independiente y no hay relación entre los clientes que han pagado por el hosting. Con este modelo, los administradores web también pueden hacer lo que estimen oportuno con su página: configurarla, darle un diseño concreto, instalar plugins… en definitiva, controlar y gestionarla a su antojo. Simplemente vamos a tener la limitación que marca el hardware de la máquina.
Volviendo al ejemplo del servidor anterior, queda en manos del proveedor su gestión y mantenimiento. Esto es importante porque si hay muchos clientes conectados a esos 32 GB de memoria RAM, puede que tengamos problemas de estabilidad. Por tanto, se exige cierta prudencia por parte del proveedor: no se puede asignar a demasiados clientes una máquina con hardware limitado.
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Ventajas de un hosting compartido
Comenzaremos detallando las ventajas que ofrece tener un hosting compartido como una solución diferenciada del servidor dedicado o VPS:
- Es más económico. Si comparamos precios de servicios, el hosting compartido se configura como la opción más económica para alojar una web. A pesar de que la idea de compartir recursos de la misma máquina con otros pueda no ser atractiva, no tiene por qué significar un problema en la experiencia web.
- Labores de mantenimiento. Nos olvidaremos de las labores de mantenimiento, ya que en un hosting compartido las asume el proveedor. De este modo, no requeriremos contratar personal para ello, formarnos o aprender.
- Perfecto para inexpertos. Si no hemos alojado una web nunca, la facilidad de uso de un hosting compartido la vamos a valorar positivamente. Las opciones de acceso y gestión son más sencillas, por lo que gana enteros frente a un servidor dedicado o VPS si queremos una web normal.
- A medida que nuestra web vaya creciendo es posible que se necesiten más recursos. El alojamiento compartido funciona en base a planes de pago, los cuales se ajustan a las necesidades de cada cliente. Deberemos contratar un servidor dedicado o un VPS en caso de tener una web con mucho tráfico.
- Herramientas de configuración. El proveedor suele ofrecer varias herramientas con las que podemos configurar nuestra web. Dichas utilidades están enfocadas a un usuario medio, por lo que no necesitaremos conocimientos avanzados para usarlas.
Desventajas de un alojamiento compartido
El alojamiento compartido puede estar limitado para ciertos clientes. Sus desventajas son las siguientes:
- Hardware compartido. Puede que nuestra web llegue a crecer a tal punto en el que el hosting compartido no sea una buena opción de alojamiento. Esto es porque el hecho de compartir el hardware limita el uso de CPU, RAM, transferencia o almacenamiento.
- Menor flexibilidad. Hacemos referencia a la gestión y configuración, y es un precio que hay que pagar por no ser usuarios más avanzados.
- Pérdida de control de la seguridad. El depender en cierto modo de un proveedor produce la consecuencia de que perdemos el control de la seguridad ante un ataque cibernético, un apagón o cualquier otra incidencia. Por eso es importante elegir un proveedor que garantice la disponibilidad, el rendimiento y la seguridad de aquello que alojamos en sus infraestructuras.
- Software limitado. No solo el hardware está limitado, sino que el software también lo está en cuanto a que no podemos realizar tantas configuraciones.
¿Un VPS es la alternativa?
Un VPS viene a ser un alojamiento en el que compartimos un servidor, pero tendremos acceso a un conjunto de recursos específico. La gran ventaja de ello es que lo que hagan otras webs conectadas a dicho servidor no nos va a afectar a nosotros.
En cambio, esto tiene un coste que se refleja en el precio final, por lo que se suele recomendar a clientes que tengan más exigencias sobre los recursos.
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